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La incidencia de cefaleas, migrañas y vértigos en la población general es muy elevada De hecho, seguro que conoces a alguna persona que sufre alguno de estos síntomas con regularidad.  Algunos casos son tan severos que llegan a ser incapacitantes.

Una vez descartadas otras patologías que tienen como síntoma el dolor de cabeza o mareos, se les suele dar tratamiento farmacológico y se les instruye a que se acostumbren a vivir con esta sintomatología de por vida.

Sin embargo, existen unas patologías funcionales del aparato masticatorio que pueden ser la causa de síntomas tales como cefaleas, migrañas, vértigos, mareos, alteraciones del gusto, síndrome de boca ardiente, picor de oídos, acúfenos, pérdida de fuerza del brazo, alteraciones digestivas…. De todos estos síntomas, el dolor de cabeza y cara es el que se da con mayor frecuencia.

 

Se trata de una disfunción extrarticular de la ATM  y que se debe principalmente a la falta de espacio caso del compromiso articular temporal (CAT) o por alteraciones en el músculo temporal en el caso del síndrome del músculo temporal.

Estas dos patologías impiden el correcto funcionamiento de la ATM (articulación temporo-mandibular), pero la causa se encuentra fuera de la articulación. El cuadro clínico se desencadena como consecuencia del traumatismo repetido debido al impedimento mecánico que se produce durante los movimientos mandibulares. La mandíbula no tiene suficiente espacio para moverse y en sus movimientos, la rama vertical de la mandíbula golpea contra alguna estructura del maxilar, que puede ser un diente (molar), una prótesis removible o fija (corona o puente), o el reborde óseo.

Estos síntomas no se suelen asociar con la boca, porque en muchos casos la persona que los sufre no tiene dolor en el interior de la boca. A consecuencia del impacto, la mucosa superficial de la zona queda anestesiada para no impedir movimientos como el habla, pero las estructuras internas quedan alteradas. En el territorio orofacial el nervio que recoge toda la sensibilidad de la mucosa oral, de los dientes y de la piel de la cara y parte del cuero cabelludo es el trigémino. La irritación en la mucosa produce dolor a través de vías ascendentes que llegan al córtex donde se hace consciente y también produce otros síntomas de carácter reflejo, utilizando la vía de otros pares craneales y por conexiones de las fibras nerviosas simpáticas y parasimpáticas. Esto explica lo variado que puede ser el cuadro clínico.

Normalmente el dolor de cabeza viene asociado al mismo lado por el que se duerme y es contrario al lado por el que se mastica.

Cuando realizamos los movimientos de lateralidad, el que se realiza al masticar, por el lado por el que masticamos se crea espacio entre la rama vertical de la mandíbula y el maxilar. En cambio, en el otro lado se reduce el espacio acercándose la rama vertical de la mandíbula al maxilar. Por eso el dolor se produce en el lado contrario al habitual de masticación y además se ve agravado cada vez que comemos. Lo mismo ocurre al dormir. Cuando dormimos sobre un lado de la cara, la mandíbula se va a acercar al maxilar en ese lado y nos despertaremos ya con dolor o incluso por el dolor. Muchas veces existe en el lado del dolor una muela del juicio que está posicionada hacia fuera y puede ser la causante de todo el cuadro.

Otras veces el impacto se produce al llevar la mandíbula hacia delante, por ejemplo al juntar los incisivos para morder alguna cosa, por hábitos y también por posturas que obligan a llevar la cabeza hacia abajo, como leer, escribir. Muchos niños presentan episodios de dolor de cabeza y se les suele revisar la vista, pero también hay que pensar en una posible falta de espacio en la boca, ya que la erupción de las muelas superiores crea muchas veces una falta de espacio. De hecho, se dan episodios de dolor a los 6, a los 12 y a los 18 años, coincidiendo con la erupción de las muelas correspondientes. También puede ocurrir al abrir la boca, al cerrar y una combinación de lo anterior.

En la clínica dental Mar Tarazona realizamos el diagnóstico con una anamnesis, exploración extraoral y, sobretodo, intraoral buscando los posibles focos primarios de dolor y exploraciones complementarias como la radiografía panorámica.

Es importante la exploración de la ATM para descartar patología intrarticular. Por ejemplo, si la persona se levanta con dolor, podemos pensar que el impacto se produce al dormir. Si el dolor aparece a lo largo del día o al final, podemos pensar que el impacto se produce por hábitos posturales o en la masticación. En la exploración intraoral nos encontraremos dolor a la palpación en la zona donde se produce el impacto y a veces lesiones en la mucosa.

El tratamiento consiste en la obtención de espacio y/o en la eliminación del causante del impacto. Es totalmente personalizado y su complejidad dependerá de la causa. En ocasiones es tan sencillo como cambiar la postura al dormir. Otras veces el tratamiento consiste en la exodoncia de la muela del juicio que está impactando. Cuando se trata de una prótesis, se puede intentar ajustar. También se trata con terapia neural ya que de lo que estamos hablando es de una espina irritativa o un foco primario. Otras veces el tratamiento es oclusal con diferentes tipos de aparatología. Además hay que suprimir por completo hábitos nocivos como mascar chicle, morder objetos, morderse las uñas. En muchas ocasiones la autobservación y el autocuidado hacen una gran diferencia.

 

Si quieres saber más sobre migrañas, cefaleas y vértigos visita nuestra clínica en C/Cotanda 2-1ª planta 46002 Valencia. Horario de lunes a viernes de 09:30 a 14:00h y de 16:00 a 20:00h. Teléfono para concertar cita: 96 344 76 01.