Todos lo sabemos: la lactancia materna es el alimento más completo durante los primeros meses de vida pero ¿cuándo se ha de parar?
La aparición de los primeros molares de leche, que coincide aproximadamente con los doce meses y es el momento en el que el bebé suele comenzar a caminar, será el punto que debas tomar como referencia.
¿Por qué es tan importante finalizar en este punto? Por una parte, emocionalmente, se corre el riesgo de que el bebé confunda los vínculos afectivos con la amamantación; en lugar de dar amor con los brazos lo das con el pecho, creando una dependencia que acaba diciéndole al bebé: “no dejes de ser bebé”. Por otra parte, nutricionalmente pasa a no tener sentido, ya que pasado el primer año de vida ya ha obtenido los beneficios inmunológicos. Sin embargo, la madre es la que debe decidir en que momento se debe finalizar la lactancia.
Beneficios de la lactancia para el bebé
- En la lactancia materna lo primero en aparecer es el calostro, que es un líquido denso cremoso y de color amarillento que suele surgir tres días después del parto, que aumenta las defensas inmunitarias del recién nacido y que es del todo suficiente como primer alimento.
- El calostro tiene el mismo sabor que el líquido amniótico lo que lo proporciona al bebé un sentimiento de seguridad porque es de lo que se alimentaba en su periodo fetal.
- La lactancia materna también ocasiona menos alergias, problemas de piel en neonatos, disminuye el riesgo de muerte súbita, contribuye a un correcto desarrollo del cerebro y los nervios, asegura un buen desarrollo dental y maxilofacial.
- Para el desarrollo de los dientes es importante, ya que el agarre del bebé al pecho, distinto al del biberón favorece el adecuado desarrollo de la mandíbula evitando, posiblemente, la necesidad de aparatos de ortodoncia. También contribuye a la prevención de las caries dentales.
Recomendaciones y beneficios para la madre
- El consumo energético que conlleva la lactancia nos ayudará a recuperar poco a poco la línea sin necesidad de dietas estrictas. Basta con mantener un alimentación rica en: frutas y verduras, pastas, arroz, pan integral, legumbres o cereales, queso, leche y yogur, aceite de oliva, aceite de girasol, mantequilla, margarina, frutos secos y súper importante beber como mínimo 1,5 l de agua al día.
- Durante la lactancia es conveniente evitar, en primer lugar, el alcohol ya que este pasa directamente a la leche pudiendo perjudicar al bebé y no tomar estimulantes como café o té.
- Para mantener una buena producción de leche bastará con que el bebé tome el pecho correctamente: a más succión, más producción de leche.
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Dra Mar Tarazona Beltrá -Clínica Dental
