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 ¿Cuándo inicia la edad adulta? ¿Realmente coincide con ese momento en el que comenzamos a estar preparados para enfrentarnos a lo que de verdad queremos conseguir en la vida? La niñez y el nacimiento de los primeros dientes acabó hace mucho. Cuando rondan los dieciocho -o más- y los terceros molares o muelas del juicio empiezan a romper para salir, una bombilla que había permanecido apagada hasta entonces se ilumina: “me hago mayor, he de coger las riendas y tomar decisiones”.

¿Sabías que las muelas del juicio ayudan al instinto de supervivencia? Nos alertan de posibles peligros, ya sea para el cuerpo o para el alma. Tener problemas con ellas es una señal de que el individuo está pasando por un cambio en su madurez y debe tomar decisiones.

 

Esta pieza está directamente relacionada con la capacidad de la persona de unirse con su parte mística. Quienes carecen de las muelas del juicio realizan su trabajo interior con mayor dificultad y su funcionamiento está más orientado a la vía del conocimiento que a la vía mística. Cuando tenemos dificultades para integrarnos en el mundo donde vivimos, podemos desarrollar una alteración a nivel de esta muela.

Tras esta primera reflexión llega el dilema: ¿Se han de extraer las muelas o no? Antes que nada, se debe realizar una historia clínica muy detallada de los problemas de salud del individuo. Para ello, resulta imprescindible disponer de una ortopantomografía -nos dará una visión general de toda la boca- y técnicas de descarte para determinar que las muelas no están actuando como campos interferentes -toda  aquella  irritación  que desencadena  un efecto patológico  a distancia-, como bien pueden ser la Electroacupuntura de Voll o la terapia neural.

Factores

A tener en cuenta a la hora de que una muela del juicio pueda actuar como campo de interferencia, siendo siempre indicada la extracción:

  • Todas aquellas muelas que estén en mala posición o retenidas en el hueso porque no tienen suficiente espacio para su erupción.
  • En la edad avanzada se produce una atrofia fisiológica de los maxilares pero el tamaño y las dimensiones de la muela no se reducen, por lo que se produce una presión neural por irritación del conducto del dentario o del seno maxilar que puede empeorar los síntomas si es mayor el tamaño del seno maxilar, si se mastica por un solo lado, si falta alguna pieza vecina, si hay bruxismo, si hay bimetales, etc.
  • Todas aquellas que parecen “sanas” por no haber sufrido ningún tipo de tratamiento pero sirven de pilar para sostener prótesis fijas o removibles. Si trabajan como pilares, la presión por masticación se incrementa sobre dicho diente produciéndose una sobrecarga.Además, se produce una mayor irritación del nervio dentario que conlleva problemas en las vértebras cervicales C2 y C3.

Si quieres saber más visita nuestra clínica en C/Cotanda 2-1ª planta 46002 Valencia. Horario de lunes a viernes de 09:30 a 14:00h y de 16:00 a 20:00h. Teléfono para concertar cita: 96 344 76 01.